lunes, 4 de mayo de 2009

PRENSA - Medio: "NOTICIAS URBANAS"

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Publicación: 04/05/2009Temática: Politica

EDIFICIOS STOP

Convivir con gigantes
Vecinos de los barrios de Villa Pueyrredón y Agronomía llevan adelante un reclamo para poner fin a la construcción indiscriminada de edificios en la zona en que viven. Reclaman la vuelta atrás de una modificación en el Código de Planeamiento Urbano que no tendría en cuenta la estructura peculiar de la zona.
Por Martín Mérola
Desde los barrios de Villa Pueyrredón y Agronomía, allá por las lejanas tierras de la zona oeste porteña, llega un grito de auxilio ante la amenaza de un enemigo ya conocido, y enfrentado, por muchos otros habitantes de la capital: la construcción indiscriminada de edificios de altura. Enmarcados en una asamblea denominada "Salvemos al Barrio", vecinos de los dos barrios buscan poner fin a las construcciones de más de tres pisos que, según ellos mismos declaran, "están destruyendo el barrio".
El problema se centra en unas doce cuadras de la Avenida Salvador María Del Carril, que van desde Campana hasta Avenida Constituyentes, y dos cuadras de su continuación, La Pampa, desde Constituyentes hasta Burela; una zona característicamente de casas bajas. Allí en los últimos dos años ya se inauguraron 8 edificios, mientras que otros 12 están en proceso de construcción, junto con 5 proyectos para nuevas edificaciones.
Para ubicar el problema es necesario remontarse al año 2000, fecha en que se incurrió en una modificación (Ley Nº 449) del Código de Planeamiento Urbano por la cual en el distrito en el que viven los vecinos se pasó a utilizar el régimen de ancho de calle para establecer el límite en la altura para la construcción de edificios. Por tratarse de una calle de considerable ancho, se desprende que las construcciones sobre Avenida Salvador María Del Carril puedan alcanzar alturas de hasta 10 o 12 pisos.
Sin embargo, no se tiene en cuenta que el tramo donde habitan los reclamantes es una zona donde abundan los pasajes, por lo que los edificios construidos llegan hasta la medianera de las casas del contrafrente. El caso, puntualizan los vecinos, amerita una legislación especial que permita poner un límite menor a la altura de las construcciones, respetando de esa forma la fisonomía característica de la zona.Con ese objetivo en mente fue que iniciaron las asambleas en enero de 2009. En ese marco fue que comenzó la movilización "contra la construcción indiscriminada y fuera de una planificación urbana responsable". Paralelamente al problema central de la altura, aparecieron denuncias de "irregularidades en las obras existentes", además de los problemas que significan las obras para la vida diaria de los habitantes.Nelly De Grande, una de las vecinas afectadas, relató a Noticias Urbanas como una viga de madera cayó desde una obra mientras realizaban construcciones en su casa y "de suerte no mató a algún obrero", o como una vecina desde hace años convive con una media sombra sobre su jardín que lo protege del polvo, pero también de la luz solar que permite la supervivencia de sus plantas.
Desde la asamblea nació el pedido de cambio de zonificación, que a la fecha recibió la firma de 2700 vecinos. Ese pedido incluía, junto con el pedido de modificación del Código de Planeamiento Urbano, la "suspensión inmediata de los permisos de obra" y hacía énfasis en las irregularidades observadas en las construcciones.
El 22 de marzo de ese año, el reclamo llegó a la Comisión que preside la diputada del Frente para la Victoria, Silvina Pedreira. Fue la misma Pedreira, junto a la directora Bárbara Rossen, quien se hizo eco del reclamo vecinal y, tras verificar el alcance del problema, el 1 de abril presentó un proyecto de ley que propone la modificación del Código con el objetivo de preservar el barrio.
En el texto del proyecto se describía el "paisaje urbano atractivo" que caracteriza a la zona, recalcando que "si bien no amerita su afectación a un distrito de arquitectura especial", sí se podía alcanzar la modificación de la norma. Además, se hacía énfasis en la morfología del barrio y en la "existencia de numerosos pasajes".El martes 28 de abril unos 50 habitantes de la zona se hicieron presentes durante la reunión de asesores de la Comisión que trató el proyecto, de la cual también participaron representantes de las empresas constructoras. Tras una discusión de varias horas, los asesores de los legisladores del bloque PRO, mayoría en la Comisión, decidieron no pronunciarse a pesar de que estarían de acuerdo con que la zona amerita una legislación especial, a la espera de una indicación desde el Ejecutivo. Mientras tanto, todos los demás bloques se volcaron en favor de la propuesta. A partir de esa medida el reclamo se encuentra estancado. Entre los asambleístas se hace patente la sensación de que las prioridades del Gobierno se alinean más con las constructoras que con su planteo. La presentación de la solicitud directamente ante el Ejecutivo, en la cual también se reclama la intervención de los organismos encargados de controlar las obras, tampoco genera muchas esperanzas de respuesta
Para los vecinos la velocidad con que se resuelva la cuestión es la mayor prioridad. Cada retraso significa un nuevo edificio, y con cada edificio es menos lo que queda de ese barrio de casas bajas en una zona de pasajes sobre catorce cuadras de la Avenida Del Carril.

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